Hairborist estará cerrada los días 10 y 11 de noviembre. Los pedidos realizados después del 7 de noviembre al mediodía se procesarán el 12 de noviembre.
Seguro que ya lo has vivido: un niño llega con el cuero cabelludo que pica, acompañado de un padre con mirada preocupada. “Piojos…” susurra.
Para muchas familias, se siente como una pequeña catástrofe: vergüenza, estrés y la urgencia de encontrar una solución rápida. Los champús antipiojos convencionales suelen cumplir lo que prometen, pero a menudo a costa de la salud del cabello y con una carga extra para los padres. Para ti, como profesional de la peluquería, esto representa una oportunidad: no solo resolver el problema, sino también ganar la confianza de tus clientes ofreciendo un enfoque eficaz, suave y 100 % natural.
¿Y si este método pudiera ser también preventivo, al mismo tiempo que nutre el cuero cabelludo y fortalece el cabello? Los aceites vegetales ofrecen exactamente eso, y Hairborist ha perfeccionado esta técnica para hacerla aún más potente.
Los piojos son diminutos, apenas 2 a 3 milímetros, pero se sienten perfectamente cómodos en el cabello humano, cerca del cuero cabelludo, donde encuentran calor y alimento. Se nutren varias veces al día y empiezan a poner huevos (liendres) en cuanto se fijan en un nuevo huésped. Estas liendres eclosionan al cabo de una semana, lo que significa que una pequeña infestación puede convertirse rápidamente en una auténtica colonia de piojos (RIVM, 2024).
Y aunque no pueden saltar ni volar, los piojos tienen métodos muy eficaces para desplazarse:
Niños que juntan sus cabezas para contarse un secreto.
Amigos que se divierten trenzando el pelo en el rincón de juegos.
Un abrazo en el patio del colegio.
Probar gorros o sombreros en el rincón de disfraces.
Compartir una capucha o bufanda cuando llueve.
Todas estas situaciones implican contacto directo cabeza con cabeza, y eso es todo lo que un piojo necesita para pasar a un nuevo huésped. ¿Y en casa? Mantas, almohadas o peluches pueden convertirse en estaciones de paso y propagar la infestación a toda la familia.
Ante la primera señal, la mayoría de los padres recurren a un champú antipiojos de farmacia o supermercado. Estos productos suelen basarse en sustancias como:
Permetrina: un insecticida químico que paraliza y mata los piojos adultos, pero que no siempre actúa sobre las liendres. Esto obliga a repetir el tratamiento a los 7-10 días. Además, cada vez se reportan más casos de resistencia: algunos piojos sobreviven al producto.
Dimeticona: un aceite de silicona que, al igual que los aceites vegetales, asfixia a los piojos. Sin embargo, su textura pesada es difícil de enjuagar y deja el cabello apagado.
El gran problema es que la mayoría de estos champús también contienen espumantes, perfumes y conservantes agresivos que resecan o irritan el cuero cabelludo. En los niños, cuya piel es más fina y sensible, esto provoca a menudo rojeces, descamación y picores adicionales, sumándose a la molestia causada por los propios piojos.
En cuanto al cabello, rara vez sale beneficiado: tras pocos lavados puede sentirse seco, áspero y difícil de desenredar.
La eficacia del aceite natural contra los piojos radica en su mecanismo 100 % físico. A diferencia de los champús antipiojos convencionales cargados de insecticidas, el aceite no necesita químicos para ser efectivo. Su acción es sencilla pero poderosa: recubre al piojo, bloquea sus vías respiratorias y no le deja ninguna escapatoria. Privado de oxígeno, el piojo se paraliza y muere.
Además, el aceite deja el cabello suave, flexible y fácil de peinar. Se acabaron las sesiones de desenredado dolorosas: el peine antipiojos se desliza mejor, lo que reduce los tirones, las lágrimas y convierte el tratamiento en un momento mucho más agradable, tanto para el niño como para el padre.
Algunos aceites esenciales contra los piojos aportan un poder extra gracias a sus propiedades purificantes y repelentes:
Al combinar un aceite vegetal nutritivo con estos aceites esenciales eficaces contra los piojos, se obtiene una solución natural de doble acción: elimina los piojos mientras purifica y calma el cuero cabelludo.
Ya lo sabes: el aceite vegetal por sí solo es un arma natural y poderosa contra los piojos. Pero en un salón de peluquería profesional, buscas más que un simple tratamiento eficaz. Quieres una solución que funcione, que sea agradable para el cliente, fácil de aplicar y que transforme un momento de estrés en un verdadero ritual de cuidado capilar. Eso es exactamente lo que ofrece Hairborist Aromalice.
Aromalice es un aromactivo exclusivo de Hairborist, creado a partir de aceites esenciales contra los piojos, seleccionados cuidadosamente y equilibrados para una eficacia máxima:
Lavandín: con su suave aroma a lavanda, aporta relajación, acción antibacteriana, purificación y calma al cuero cabelludo sensible.
Tea tree (árbol de té): reconocido por su potente acción purificante y sus propiedades repelentes naturales. Crea un entorno que los piojos evitan de forma instintiva.
Romero: estimula la circulación del cuero cabelludo, refuerza la salud del cabello y aporta un toque fresco y tonificante.
A diferencia de una sola aceite esencial antipiojos, que a veces puede resultar demasiado agresiva para niños o pieles sensibles, Aromalice ofrece el equilibrio perfecto: lo bastante fuerte para eliminar piojos, pero lo suficientemente suave para garantizar un tratamiento cómodo y agradable.
En tu salón, basta con mezclar 10 gotas de Aromalice con 20 ml de aceite Repair o Renovator para transformar el método clásico a base de aceite en un tratamiento antipiojos profesional y de alta gama.
El aceite vegetal actúa de forma mecánica, asfixiando a los piojos mientras nutre intensamente la fibra capilar.
Aromalice refuerza la eficacia gracias a sus propiedades purificantes, calmantes y protectoras.
Resultado: el cabello queda con un aroma fresco, suave y brillante, y el cuero cabelludo recupera su equilibrio y confort, además de quedar libre de piojos.
Aromalice no es un simple complemento, sino el extra Hairborist que convierte un tratamiento antipiojos natural en una experiencia de cuidado capilar de lujo:
Más potente que un aceite vegetal solo, gracias a su sinergia de aceites esenciales naturales activos.
Mejor para el cabello, gracias a la base nutritiva de Repair o Renovator.
Más fácil de enjuagar, sin siliconas ni químicos agresivos.
Más agradable para el cliente, gracias a su aroma fresco y su efecto calmante sobre el cuero cabelludo.
¿Por qué este enfoque hace que tu salón de peluquería sea único? Porque demuestras que vas mucho más allá de simplemente “eliminar los piojos”:
Optas por un método natural y saludable.
Transformas un momento de estrés en un ritual relajante.
Ofreces a tus clientes una experiencia memorable que recordarán y compartirán.
Para muchas familias, una infestación de piojos significa incomodidad, vergüenza e incluso desesperación. Para ti, como profesional de la peluquería, es la oportunidad perfecta para mostrar tu experiencia y tu cuidado. Con aceites vegetales, aceites esenciales contra los piojos y un toque de storytelling, conviertes una situación difícil en una experiencia positiva.
Con nuestros aceites Repair o Renovator, enriquecidos con Aromalice, transformas un simple tratamiento contra los piojos en un verdadero cuidado capilar natural. Basta con mezclar 10 gotas de Aromalice con 20 ml de aceite y aplicar generosamente sobre el cabello seco. Mientras el aceite actúa durante aproximadamente una hora, tu cliente puede relajarse, leer o simplemente descansar. Después, pasa cuidadosamente el peine fino antipiojos, aclara bien y lava con uno de nuestros champús naturales y suaves.
El resultado: un cabello limpio, brillante, nutrido y libre de piojos, sin residuos grasos. De este modo, tu cliente no se va con la sensación de haber pasado por una “emergencia antipiojos”, sino con la satisfacción de haber disfrutado de un tratamiento capilar natural, eficaz y de bienestar.
Muchos clientes piensan que con un solo tratamiento basta. Sin embargo, los piojos son tenaces: una sesión elimina la mayoría, pero las liendres pueden eclosionar días después. Por eso es fundamental explicar que el tratamiento debe repetirse cada dos días durante dos semanas. De esta manera, ningún piojo sobrevive para reproducirse.
En casa, también se recomienda una revisión semanal con un peine fino antipiojos, especialmente en los niños que van a la escuela. Solo toma unos minutos y permite detectar rápidamente a nuevos intrusos.
No compartir gorras, sombreros, cepillos o coleteros.
Evitar el intercambio de accesorios capilares en la escuela o durante el deporte.
Integrar un aceite natural antipiojos como Plantapoux en la rutina capilar.
Este es también el momento ideal para recomendar productos profesionales: Plantapoux combinado con Repair o Renovator, aplicados siguiendo el mismo protocolo que en el salón. Esto prolonga la eficacia del tratamiento y reduce considerablemente el riesgo de una nueva infestación.
Un baño de aceite mensual se convierte así en un verdadero ritual de prevención, especialmente en épocas escolares de mayor riesgo. Lo que antes podía ser un control estresante, se transforma en un momento de cuidado familiar y natural.
